El tratamiento de los trastornos emocionales en la infancia y la adolescencia debe ser tratado de manera totalmente diferente a la de los adultos. Aunque en un principio es la conducta problema la que es motivo de consulta por parte de los padres, no se debe obviar, el sufrimiento padecido por el menor, y su dificultad para expresarlo y poder canalizar sus emociones.
Para la evaluación del trastorno es imprescindible, conocer la etapa de desarrollo personal del menor, así como el ámbito familiar, social y escolar en el que se desenvuelve su evolución.
Los trastornos de conducta en la infancia y la adolescencia, forman un ábanico de multitud de sintomas y conductas problemas, pero a la hora de necesitar buscar un diagnóstico que facilite el tratamiento, podríamos plantear los siguientes como más comunes y frecuentes: