Las personas que sufren anorexia, son aquellas que por su dismorfia corporal, y como manera de canalizar otros problemas emocionales no resueltos ( ansiedad, depresión...), basan su único reforzamiento postitivo, en la gratificación que le supone la perdida constante de peso.

La hiperactividad, sería otro de los sintomas que avisarían de la posible existencia de este trastorno. Ya que este exceso de actividad física, aumentaría la sensación de bienestar que el paciente busca en sus conductas.

 Los riesgos que para la salud plantea este comportamiento, alcanzaría el mismo nivel de intensidad, que el sufrimiento de la persona que lo padece.

¿Comes a pesar de estar lleno?, ¿ A veces te sientes como fuera de control respecto a la comida?, ¿ Te has encontrado en la situación de buscar la opurtunidad de comer a escondidas, grandes cantidades?, ¿Te sientes  culpable depués de comer?, ¿ Crees que la comida te calma ciertos estados emocionales?.

Si se ha contestado afirmativamente a alguna de las siguientes preguntas, podemos sospechar que hay presente, un trastorno alimentario.

 No es solo un problema que afecte a la salud, ya que los atracones producen inevitablemente un considerable aumento de peso, si no, que produce un gran malestar y sentimiento de incapacidad y falta de autocontrol en la persona que los sufre.

Comunmente la obesidad ha sido abordada desde el plano nutricional y de incremento de la actividad física, para conseguir los objetivos médicos en la mejora de dicha enfermedad, obviando la importancia que tienen los aspectos psicológicos y familiares.

El abordaje y tratamiento de las características psicológicas es de fundamental importancia, pues de lo contrario el paciente no es capaz de comprometerse adecuadamente con el tratamiento y en general tiene mayor dificultad para bajar de peso y/o mantenerlo.

Este conjunto de emociones y comportamientos que se vinculan con la sobrealimentación, generalmente se presentan en combinaciones más o menos complejas y son diferentes para cada persona.